¿Cómo ganar sin invertir en el capitalismo tardío?.

26 marzo 2018

El capitalismo es un modelo muy astuto. Pese a sus fallas innegables, ha sabido adaptarse, dominar y conquistar, para prevalecer como el modelo económico dominante del mundo. Pero, como es de esperarse, el capitalismo que vivimos hoy en día no es lo mismo que el que vivíamos hace 20 años. A decir verdad, hay algo que ha cambiado muchísimo y que hace una década sería irreconocible: el capitalismo dejó de favorecer la propiedad y está recompensando a quien facilita la renta.

Las matemáticas no mienten: invertir es caro, muy caro, pero también era necesario para poder emprender y tener un negocio exitoso. Lo curioso es que los medios han cambiado y las necesidades de la gente se han transformado. Ahora, invertir en grandes infraestructuras y en modelos de negocios tradicionales resulta ser, incluso contraproducente. ¿Cómo funciona esto? Bueno, no hace falta más que voltear a ver los modelos de las compañías más exitosas actualmente en sus respectivos rubros. Uber, la compañía de transporte más grande del mundo, no tiene un solo auto a su nombre; Spotify, el servicio de streaming más grande del mundo, no tiene una sola copia física o un estudio de grabación a su disposición; gracias a Netflix, la gente ya no compra películas físicas, sino que tiene un catálogo de películas que “renta” pagando una suscripción mensual. Ya no se trata de poseer, sino de poder usar.

Generaciones anteriores pensarán que pagar sin poseer es un desperdicio de dinero, equivalente al rentar una casa toda tu vida en vez de comprar casa propia, pero lo cierto es que el mercado inmobiliario ni siquiera es tan sólido como solía serlo y rentar se vuelve cada vez más una opción viable por encima de la posesión de propiedad, debido a la forma en que la economía se mueve y que ahora todo es más caro con salarios cada vez menores. El mismo principio ya era aplicado en los automóviles en Estados Unidos, bajo el modelo de leasing. Este “préstamo” que tiene mucho menos impacto en México propone que pagues lo mismo que pagarías por un auto, pero no es tuyo ni puedes disponer de él; eso sí, puedes cambiar de modelo cada cierto tiempo o tienes opción de comprar el auto al término de tu contrato. Este leasing se acopló fácilmente a otros servicios, sin la opción de compra, claro, y cayó como anillo al dedo a una generación menos involucrada en la adquisición de propiedad. Incluso Microsoft se está subiendo al tren de la renta y no de la propiedad al ofrecer, para usuarios de Xbox Live Gold, un servicio de suscripción de videojuegos similar a Netflix. Se trata de un fenómeno global, funcional y, sobre todo, eficiente para todas las partes, excepto para aquellos con un gusto remanente por tener cosas a las que puedan llamar suyas.

Aprovecha la oportunidad de generar un negocio trabajando en un ambiente de innovación Conoce los espacios de Creata donde podrás conocer los nuevos modelos de negocios a través de su colaboración con la Universidad ESDIe (www.esdie.org).